
Te desprendes de mí, yo me quedo en vos...
Y ahora estoy rara. No siento nada pero al instante, siento miles de cosas. No quiero hablar, pero luego me dan ganas de gritar. Lloro, río, vuelvo a llorar. Voy cambiando de humor. Es como si de pronto yo no soy yo. Me siento como si estuviera dentro de una película. Espero el final feliz. Pero rapidamente vuelvo a la realidad y me doy cuenta de que no soy actriz, ni la protagonista de ninguna pelicula. Entonces vuelvo a sentirme rara, con miles de sensaciones adentro mío... Te busco y no estas, te amo y te odio. Y ahí es cuando me cuestiono, me quedo callada y luego me pregunto (una vez más), ¿Cuál es el fin de esta historia?
Si hay algo en la vida que nunca se va a detener es el tiempo. Y con él se van muchas cosas. Risas, miradas, gestos, amigos, secretos, historias.. El tiempo nos deja el recuerdo de lo que fue y a veces ni eso queda, puede llevarse todo dejándonos sólo recuerdos de un recuerdo. El tiempo se desgasta. A veces lento, y a veces creemos que se esfumó de lo rápido que se nos pasó. El futuro es incierto, vivimos de recuerdos, de pasado..El tiempo se consume, vuela.. Lo que hicimos ya no lo podemos cambiar. Nos arrepentimos de nuestro pasado y a veces volveríamos tan sólo un momento para revivir ciertas cosas. El tiempo pasa, los segundos corren dejándonos un pasado. Esto ya es pasado. Y esto también. Y esto... De eso se trata la vida, de aprovechar cada segundo, cada instante. De disfrutar del tiempo que corre antes de que se esfume transformándonos a nosotros mismos en pasado.

